Descripción
El presente trabajo comenzó como un borrador para el prólogo a la edición norteamericana del libro «Razón y Revolución». En él partíamos de la idea de que muchos norteamericanos tienen prejuicios contra el marxismo al que consideran una ideología extranjera. Explicábamos también que la historia de los EEUU posee una gran tradición revolucionaria, ya desde la Guerra de la Independencia que puso a los EEUU en el primer plano mundial.
El tema es fascinante y desafortunadamente muy poco conocido en Europa, donde predomina la idea (totalmente errónea) de que EEUU, en tanto bastión del imperialismo mundial, nunca ha producido cosa alguna de interés para el socialismo ni para los revolucionarios. En realidad, es justamente lo contrario, como espero demostrarlo en este largo ensayo.
Parte de mi intención era combatir la clase de anti-norteamericanismo sin sentido que se encuentra muy frecuentemente en los círculos de izquierda. Los marxistas somos internacionalistas y no tenemos una actitud negativa en relación con el pueblo de ningún país. Estamos por la unidad de todos los trabajadores contra la opresión y la explotación. A lo que nos oponemos no es a los norteamericanos sino al capitalismo y al imperialismo norteamericanos.
Alan Woods